No nos llevemos a engaños...aquello que cuando eres un niño a tus padres hace gracia, a medida que vas creciendo y haciéndote adolescente les molesta y posteriormente dan por algo asumido a regañadientes para después, ser motivo de orgullo por haberte desarrollado de forma distinta a la mediocridad imperante, es una auténtica putada a la hora de las relaciones personales y en concreto las afectivas.
Me estoy refiriendo al hecho de ser rockero, fan de la música.... de cualquier estilo. Da igual el que sea. Si tu alma está llena de notas, acordes, melodías y una forma muy particular de entender y vestir la vida, estás condenado o bien a... con mucha suerte encontrar a una persona terriblemente comprensiva y abierta de mente como para entender una pasión tan particular o con mucha mucha mucha suerte hallar tu alma gemela. Si esto no se da, está claro que quedas condenado a la más absoluta de las soledades afectivas.
Estoy convencido de que si alguien lee esto pensará que soy un descerebrado o que no tengo bien la cabeza, pero todo aquél/aquella que lo lea y esté en mi misma condición de fan quizá no se haya parado a pensar que para el resto de los mortales somos una cuadrilla de inmaduros superficiales con un gusto por algo muy particular, concreto y superficial que se une a un gran complejo de Peter Pank.
Yo por mi parte me río de este planteamiento y de esta visión. No es que me ría, es que me descojono y a pesar de estar por encima de estas consideraciones sí es cierto que el paso de los años me ha enseñado que es muy complicado que se nos pueda entender con normalidad desde fuera de nuestro círculo y es bastante duro(al menos para mi) no poder compartir esta afición con alguien a quien amas, son muchas cosas las que te pierdes, al menos desde mi punto de vista.
Cosas tan insignificantes como ir a un concierto juntos o pasar una mañana mirando discos en cualquier ciudad de cualquier país; comprando ropa sin tener que dar explicaciones de por qué te gusta esta camisa o la otra o sin tener que explicar por qué te sirven una chuk Taylor o unos creepers y no unos lotusse de ante, estas escenas tan cotidianas para algunas parejas se convierten en auténticos infiernos al ver como la tuya te espera en la puerta de una tienda de discos con cara de alegría al principio, circunstancia al de un rato y enfado unos minutos más tarde, o bien con una expresión de otro mundo al ver que entras a una tienda en la que se vende ropa de segunda mano. Os suena esto???. Estoy convencido de que si.
Imaginaros si a esto, si al hecho de ser rockero/a, sumáis el agravante de ser gay la putada es doble....terriblemente doble.
Aquí si que vienen problemas. Dos mundos casi irreconciliables, dos mundos terriblemente distintos, dos mundos durante años enfrentados entre sí.
Estadísticamente hablando un quince por ciento de la población es gay esto claro está desde el punto de vista de las encuestas oficiales que suelen ser falsas, con lo que me atrevería a decir que un veinte o veinticinco por ciento de la población lo es.
Son muchos los factores los que llevan a la gente a no manifestar su condición de tal y vivir en el más oscuro de los armarios. Aún así yo me pregunto ¿dónde están los gays rockeros?, es muy duro saber que casi con toda seguridad no encontrarás a una pareja con la que armonices al cien por cien o con la que no puedas compartir una parte importantísima de tu vida y es muy duro cada vez que quieres ligar tener que ir a ambientes que para nada tienen que ver con el tuyo, ambientes en los que se te mira raro por tu estética o por tu pelo o porque te sales de los parámetros de lo que debe ser un gay de hoy en día(algo creado por todos los contertulios que en la actualidad aparecen e en la tele).
Yo, que sigo siendo un ingenuo, tiendo a pensar que haberlos haylos y que es cuestión de tiempo que vayan saliendo y manifestándose tal y como son pero mientras el rock siga siendo cosa de hombres entiendo que será difícil dar el paso.
Por eso el motivo de estas líneas, simplemente el animar a aquellos/as que estén en esta circunstancia a decirhasta aquí, yo soy así y a tomar por culo, al que no le guste que no mire
Ahora mismo se que estoy destinado a la dura condena de ver como todo mi entorno armoniza con sus parejas mientras yo sigo pensando que hay alguien como yo por ahí escondido detrás de una columna en un concierto, comprando discos en una tienda, o tomando una cerveza en un bar en el que puedan sonar los beatles, TFC, Neil Young o Erma Frankling por poner un ejemplo.
A muchos de vosotros os sonará a marcianada pero os aseguro que se pasa mal, se pasa muy mal cuando lo único que quieres es llevar una vida normal sin militancias de ningún tipo, una vida normal en la que compartir lo que probablemente te ayuda a despertarte todos los días con alguien como tu y a que a fecha de hoy es casi imposible si estás dentro de los dos grupos.
Ser gay no es ni bueno ni malo de la misma manera que ser rockero ni es ni bueno ni malo pero ser ambas cosas es una putada.
Salud y anarquía.
Edgar Reina.