FESTIVALES DE VERANO
LORIENT 2010 : 40 años…y los que vengan (con permiso de la SANA COMPETENCIA).
Se esperaba mucho de la 40 edición del Inter-céltico de Lorient, consagrada (como no podía ser menos) a la nación que le vió nacer, Bretaña (estado francés). Y si bien nunca se puede decir que este festival sea malo, ni mucho menos, la verdad es que ni el programa general ni el resultado final han sido como para tirar cohetes, aunque fuegos artificiales si ha habido, y muchos, como es habitual en verano (que se lo digan si no a la Semana Grande de Donostia).
Para la organización, eso sí, el éxito ha sido apoteósico. Cada vez más, los festivales se fijan como objetivo el atraer al mayor número de masas posibles. Basan el triunfo de una edición en la cantidad de público asistente. Ya ocurrió con el último Jazzaldia, donde la discreción musical quedó ocultada (para los jefes) en el record de asistencia contabilizada. Lo mismo ha sucedido en Lorient : se han batido niveles de audiencia, tanto in situ como en cobertura televisiva. Y así, los managers se quedan tan panchos, tan satisfechos, tan alegres y confiados.
Pero el aspecto artístico ha bajado enteros este año, tanto en uno como en otro certamen (lo decimos, aunque no venga mucho a cuento, porque es sintomático de la marcha general de todos los eventos estivales). Hay otras muchas convocatorias que vienen pegando fuerte, y que están pidiendo a gritos un lugar bajo el sol. En concreto, en la Bretaña gala hubo, simultáneamente a Lorient, dos festivales que no solamente le hicieron competencia sino que se situaron por encima en la propuesta musical.
Uno fue el Festival au bout de monde, en la península de Crozon, allá en el Finis Terrae donde se decía que se acababa el mundo. Se congregaron en tres abigarrados días grupos y solistas como Elbicho, Gotan Project, Warsaw Village Band, Ethiopiques, Omar Pené, Tony Allen, Baaba Maal, Khaled, la nueva estrella marroquí Hindi Zahra, Alpha Blondy, Celtas Cortos, Jacky Molard…incluso los vejestorios y legendarios Hugues Aufray y Donovan (sí aquel escocés imitador de Dylan, autor de Colors y Cath the wind).
El otro festival, tampoco lejos de Lorient, reunió a la flor y nata de las actuales sonoridades contemporáneas africanas : Youssou N'Dour, Salif Keita, Toumani Diabate, Khaled, Rokia Traoré, Amadou y Mariam, y un largo etc.etc.
Así que Lorient debe abrirse cada vez más al mundo mundial, y eso es lo que ya está haciendo. El próximo año la edición estará dedicada a las Diásporas celtas. Y eso significa que se fijará en propuestas actuales y lejanas : Australia, Nueva Zelanda, Acadia – Luisiana, Terranova, Nueva Escocia…cualquier lugar del orbe a donde haya un emigrante gallego, asturiano, bretón, galés, escocés o irlandés, y se haya llevado consigo una gaita, una uillean pipe, un tin whistle, un bodhran o una bombarda.
Lo mejor de Lorient 2010 estuvo, una vez más, en calles, pubs, espaces o en esas salas mas o menos improvisadas donde se forman los círculos de danzantes para vivir juntos la emocionante ceremonia colectiva de los an dros, las gavotas y el resto de bailes tradicionales bretones (que hay cientos). Allí es donde se vive de verdad el ambiente festivo, solidario, inter-racial e inter-cultural que es signo de los tiermpos, y que ha sido santo y seña del festival desde sus ya lejanos inicios, allá por 1970. Por lo demás, la nómina de nombres ya consagrados se fijó esta vez más en los clásicos y veteranos que en las nuevas propuestas, excepciones al margen.
Y así, estuvieron el patriarca Alan Stivell, que se conserva razonablemente bien, los cañeros Gwendal, un tanto venidos a menos; los inmarchitables Milladoiro, los resucitados Llan de Cubel, invitados especiales de los maravillosos Capercaillie, con Karen Matheson al frente, y muchos más. También apareció la maliense Rokia Traeré, que sustituyó (y muy bien) a la gallega enfermita Luz Casal, en un guiño a esos tiempos que están cambiando. Porque el celtismo es una religión no enrocada en sí misma, sino afortunadamente abierta a los cuatro puntos cardinales. Lo veremos aún más en el futuro inmediato.
Álvaro Feito.
