ZINEMALDIA 2010: EL CONTRAFESTIVAL
Pasó ya la 58 edición del Zinemaldia y es hora de efectuar un balance, por pequeño Q sea. De la sección oficial, no vamos a comentar nada, por dos razones: 1.- Ya está todo dicho por los media generalistas y de mayor difusión. Recordemos solamente, para aviso de navegantes, Q la película triunfadora fue Neds, del director escocés Peter Mullan. 2.- Lo mejor del certamen estuvo en las otras secciones, especialmente en DOC (Nuevos caminos de la no ficción) y en la Retrospectiva de Don Siegel.
Si estas dos parcelas fueron las más interesantes del Festival, podemos también imaginar otras dos cosas: 1.- O el cine actual no da más de sí, cosa Q puede ser bastante verificable, aunque siempre discutible (tiene Q haber producción de interés por esos mundos de dios). 2.- El Zinemaldia, en el último año dirigido por Mikel Olaziregi, no ha sabido encontrar o conseguir las mejores propuestas. Desde luego, esta edición no pasará a la Historia, al contrario hay Q decir Q ha sido una de las más mediocres de su trayectoria. Incluso la sección Zabaltegi, normalmente tan repleta de hallazgos, ha estado casi huérfana de ellos en esta ocasión.
Pero fueron los documentales los Q salvaron el tipo. Porque, además, es un tipo de trabajo fílmico Q está gozando de una verdadera época dorada. Al extinguirse poco a poco el cine de ficción, por falta de talento o carencia de compromiso político-artístico (excepciones al margen), el documento viene en la actualidad a representar los mejores esfuerzos dentro del cine independiente.
En Donostia 10, se pudieron ver o revisar algunos de ellos: The filth and the fury, de Julián Temple, sobre la vida y muerte de Sex Pistols; En construcción, de José Luis Guerín, testimonio detallado y veraz sobre la cuestión inmobiliaria en el Raval barcelonés; Aileen: The life and death of a serial killer de Nick Broomfield, donde Aileen Wuornos, primera mujer asesina en serie relata su historia, desde el pabellón de la muerte donde está condenada; en fin, otros muchos trabajos de interés como: The wild blue yonder, del paranoico Werner Herzog; Autobiografía lui Nicolae Ceausescu, sobre el deleznable dictador rumano; La vie moderne, del francés Raymond Depardon, lamento por la pérdida paulatina e inexorable de la vida rural; Les plages d'Agnès, repaso a la trayectoria de una de las mejores documentalistas francesas (Varda), y su amor hacia su desaparecido compañero Jacques Demy…
En cuanto a la retrospectiva de Don Siegel estuvo compuesta, nada menos, por 36 de sus cortos y largometrajes. No faltaron muchas de sus obras maestras: desde su inicial Star in the night (1945) hasta una de sus últimas contribuciones: Jinxed¡ (1982), con una extraña pareja de actores: Sam Peckinpah y Bette Midler. Pasando, por supuesto, por Madigan (Henry Fonda y Richard Widmark), Flaming star (Elvis Presley), Harry el sucio, La jungla humana, La fuga de Alcatraz y El seductor (las cuatro con su amigo Clint Eastwood), y un largo etc, etc.
El apartado Made in Spain nos deparó algunas alegrías: el documental El problema, testimonio del pueblo Saharaui, de Jordi Ferrer y Pablo Vidal; Fake orgams, de Jo Sol; Celda 211, de Daniel Monzón y Cerca de tus ojos, de Elías Querejeta. Finalmente, mencionar dos pelis en proyección especial Q hay Q resaltar como dos obras maestras, cada una en su género: el Thriller a la Hitchcock, El escritor (The ghost writer), del perseguido Roman Polanski; y Elle s'appelait Sarah, del francés Gilles Paquet-Brenner, sobre el colaboracionismo francés en la época Nazi.
¡Ah!, también estuvo Julia Roberts, Q la prensa enseguida calificó de La novia de Donostia (¡). Lástima Q viniese con una de los peores pasteles o postales del festival (y hubo unos cuantos): Eat pray love. ¿Q hacía Javier Bardem allí?
Alvaro Feito.