Entrevista a Beltza [Experience] por Alicia del Castillo para el Diario Vasco.
Pocos saben que las fotografías de Gorka Urbizu para presentar su propuesta en solitario, en las que aparece rodeado de vinilos tocando una guitarra, se realizaron en Doneztebe, en el interior de Xabatenea (la casa de Salvador), una casona del siglo XVI totalmente reformada. Todos esos vinilos forman parte de la colección de Luis Beltza, conocido por muchos por su tienda en Donostia, Beltza Records. Ahora ofrece también, en Doneztebe, Beltza Experience, Azken Muga of SOUL, una experiencia para disfrutar de la música y de mucho más, durante una tarde, o todo un fin de semana.
– ¿Cómo definirías 'Beltza Experience: Azken Muga of Soul'?
– La última frontera del Soul es una misión dedicada a explorar la cultura popular e investigar la antropología contemporánea. Es una experiencia elaborada por y para aficionados a la música y de la cultura popular contemporánea (cómics, diseño gráfico, pintura, juguetes, postales, afiches, cine, fotografía...).
– ¿De dónde nace?
– Básicamente es una acumulación extrema durante toda una vida, profesionalmente 34 años, como aficionado, desde que tengo uso de razón, pero literal. Porque empiezo a coleccionar sellos, cromos... Creo que tengo ese gen coleccionista, si es que se puede definir así. En la experiencia se puede disfrutar de una vasta colección realizada a lo largo de muchos años con mucha pasión.
– ¿Cuándo llegaste a la música?
– Después de pasar por los cromos, las figuritas, los álbumes..., todo me valía y tengo muchísimo material de esas primeras colecciones que aún conservo, me dio por los cómics: de la Marvel, superhéroes, de la Editorial Vértice que tenía las portadas de López Espí, un ilustrador cumbre a nivel mundial con portadas de Spiderman, Los Cuatro Fantásticos, X-Men...
– O sea, que primero fueron los cómics.
– Acabé, con un amigo, en el cómic underground, con el Víbora, los Freak Brothers, Robert Crumb. Quería tener una tienda de cómics: la Alcaçova. Un nombre que me fascinó y que era el de un Tratado histórico entre Portugal y España sobre la división del mundo, en el que Portugal se lo llevaba casi todo. Por eso al final firmaron el de Tordesillas.
– Pero ganó la música...
– Es que ese mundo inevitablemente me tenía que llevar a la música. Llegaron los Rolling Stones, la Velvet Underground, Bob Marley, eran finales de los 70. Toda la clase tenía relación con la música: los Clash, Jethro Tull, The Specials... En ese caldo de cultivo pasó lo mismo que con los cómics, me pareció admirable. Así que de querer tener una tienda de cómics, pasé a querer tener una tienda de discos. Además, en las portadas de los discos se une todo: hay fotografía, que es un arte que también me maravilla y me fascina, dibujo, diseño gráfico, música..., muchas artes que me parecían maravillosas. Así que en aquel entonces además de Beltza Records, ya se cuajaba Beltza Experience.
– Fueron años de mucha actividad musical.
– En aquellos tiempos Donosti tenía una actividad político-musical muy bestia. Estábamos todo el día en la calle, en la Trini (Plaza de la Trinidad) había conciertos, estaba el gaztetxe de Egia, Andoain... Empecé a coleccionar, a comprar a vender, revender, intercambiar... Los dos primeros discos que compré fueron el 'Fireball' de los Deep Purple y el primero de los Pretenders. Me fui a Bilbao a estudiar Periodismo y me metí de lleno en la escena musical. Ahí ya tenía claro que quería tener una tienda de discos. A finales de los 80 me meto mucho en la escena Mod, que a mí me gustaba mucho.
– De ahí a la música negra.
– Toda esa New Wave ochentera me llevó a la música negra, por eso Beltza Records, el puño de black power, el Soul... El eslogan es 'Keep On The Rhythm & Blues Style', un guiño a Robert Crumb, por el 'keep on' de los cómics y el mantén el estilo del Rhythm & Blues, pero entendido como las listas de éxitos (raciales) de los años 50, mantén la conciencia racial, también. En mayo del 90 abro la tienda y yo sólo vivo para el Soul y para la música negra, Rhythm & Blues, Reggae, Jazz, Brasil, Latino [...] En la tienda había todo lo underground y músicas alternativas, pero estaba muy especializada en música negra. Tenía clientes de todas partes. Me iba a Estados Unidos y traía una cosa exagerada de discos. Nada más llegar el teléfono no dejaba de sonar, no me habían llegado ni las cajas y la gente ya estaba como loca.
– ¿Qué tienes aquí ?
– Toda mi colección de música negra por supuesto, y otras muchas músicas. También portadas muy especiales... Cada cliente que he tenido me ha aportando mucho conocimiento. Por ejemplo, el Museo de San Telmo quería hacer una exposición sobre 'Ez Dok Amairu'. Me enganché, no solo a ellos, sino a toda la música euskaldun. Es que me engancho a todas las ventanas que abro. Tengo incluso una colección en vinilo de rollo político que alucinas. Es que en los 60 había discos para todo, desde discursos políticos hasta cómo inyectarte insulina.
– Está siendo toda una experiencia...
– Son los conocimientos acumulados durante décadas de esfuerzo y dedicación.
– Solo falta picar algo de Ultramarinos [Parroquia 13].
– Y para la experiencia completa, también se pueden quedar a dormir.
Información sobre Beltza Experience
Primera colección de discos "Right Back Where We Started From"