"El Rock-Jazz de principios de los setentas, del que tocaban Chicago, Blood, Sweat & Tears, Flock, Electric Flag, If, Cold Blood, Pacific Gas & Electric y otras bandas, tuvo un impacto importante en México, manifestado en una cantidad importante de agrupaciones de este tipo formadas en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Tijuana, al grado de impulsar un movimiento musical que duró varios años vigente.
Bandido fue tal vez la más importante, pero también destacaron: Peace and Love, Tinta Blanca, Love Army, La División del Norte, Tequila, La Tribu y la que vamos a comentar hoy que es de las más olvidadas y no por cuestiones relacionadas con la calidad de su música.
La banda Iguana tuvo su antecedente en un grupo llamado Los Sleepers, que fue bastante exitoso en la década de los sesentas, con "covers" de rocanroles norteamericanos famosos, Rafael Miranda quien había sido miembro de los "dormilones rocanroleros" deseaba seguir haciendo música y encontró la oportunidad al conocer a Jorge Rosell, bajista, compositor y cantante; Miranda invitó a su hermano Ángel que era baterista y con su guitarra formaron el núcleo de Iguana.
Pero lo que les interesaba hacer era una exploración del Blues, el Jazz y fusionarlo con el Rock que era su pasión, como lo estaban haciendo en forma deslumbrante y novedosa las bandas mencionadas al inicio de este artículo y como si los astros se hubieran alineado en favor del trío, resultó que Rosell estaba en contacto con el mundo del Jazz, porque su padre Freddy Manzo era un ya famoso pianista de este género y su hermano del mismo nombre tocaba el sax, ambos participaron en la grabación del único disco que grabó Iguana, el señor Manzo tocó el piano e hizo los arreglos y además invitó a algunos compañeros de profesión.
El más conocido de estos invitados era "Chilo" Morán, quien para muchos ha sido el mejor trompetista mexicano de Jazz, José Luis Porres en trombón, Jaco González en sax tenor, lo mismo que "El Sopas" Espinoza, que empezaba su carrera, en sax alto, esta sección de metales le dió al sonido de Iguana y a las composiciones de Rosell y Miranda una calidad excepcional, que quedó registrada en su único testimonio perdurable de la única banda mexicana que podría presumir de ser realmente una banda de Rock-Jazz, formada con roqueros y músicos del Jazz. "
Información by Los Sueños